Aprende las etapas del desarrollo del cerebro infantil

¡Desarrollo del cerebro infantil!

La primera infancia importa para el desarrollo del cerebro infantil

Indiscutiblemente, la primera infancia es una etapa crucial en el desarrollo vital del ser humano. En ella se asientan todos los cimientos para los aprendizajes posteriores, ya que el crecimiento y desarrollo cerebral, resultantes de la sinergia entre un código genético y las experiencias de interacción con el ambiente, van a permitir un incomparable aprendizaje y el desarrollo de habilidades sociales, emocionales, cognitivas, sensoperceptivas y motoras, que serán la base de toda una vida.

Hoy nos encontramos en un momento de vital importancia para el ámbito educativo: por primera vez tenemos la posibilidad de conocer los mecanismos neurales que subyacen al aprendizaje y al desarrollo, lo que proporcionará a los educadores y padres los conocimientos necesarios para promover una verdadera transformación en la educación.

Los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo del ser humano ya que las experiencias tempranas perfilan la arquitectura del cerebro y diseñan el futuro comportamiento. En esta etapa, el cerebro experimenta cambios fenomenales: crece, se desarrolla y pasa por periodos sensibles para algunos aprendizajes, por lo que:

Requiere de un entorno con experiencias significativas, estímulos multisensoriales, recursos físicos adecuados; pero, principalmente, necesita de un entorno potenciado por el cuidado, la responsabilidad y el afecto de un adulto comprometido.

Tal proceso de maduración gradual del cerebro es el resultado de una mezcla de factores genéticos y ambientales: un cerebro conformado por estructuras aptas para aprender sumado a las influencias del entorno y de las experiencias para seguir construyendo y refinando el aprendizaje.

Conoce los procesos y etapas del desarrollo del cerebro de los niños para lograr aportarles enseñanzas y aprendizajes adecuados para cada etapa de su infancia logrando así que integren con mayor eficiencia cada información o conocimiento nuevo que se les quiera inculcar siempre respetando sus tiempos y procesos de desarrollo de cada niño en particular y sin acelerar o saltar etapas de su aprendizaje natural.

Antes de centrar la atención en el desarrollo del cerebro de los niños es útil tener una comprensión básica del funcionamiento interno del cerebro humano, por lo que pasamos a revisar algunos términos.

Las neuronas se suelen conocer como las “células cerebrales”, aunque en en realidad son los componentes principales del cerebro y médula espinal. Transmiten mensajes hacia y desde el cerebro mediante señales eléctricas a través de estructuras llamadas sinapsis, que conectan la “cabeza” de una neurona con la “cola” de otra neurona.

Los axones forman la “cola” de una neurona. La mielinización o mielinogénesis es un proceso que cubre axones en una sustancia grasa llamada mielina, la cual facilita que las señales viajen más rápido a través de la neurona.

El sistema nervioso está compuesto por el cerebro y la médula espinal (el sistema nervioso central) y los nervios (el sistema nervioso periférico). Los nervios reciben información del cuerpo a través de los sentidos (por ejemplo, cuando tocamos algo y notamos que es afilado). Esta información llega al cerebro a través de la médula espinal. Luego, el cerebro envía una respuesta. Este intercambio tiene lugar casi instantáneamente.

La médula espinal es una cadena larga de tejido nervioso que se extiende por la columna vertebral (vértebras) y termina en la parte baja de la espalda, antes del final de la columna vertebral real. Esta estructura envía información sensorial al cerebro y la información motora (movimiento) del cerebro. También ayuda a coordinar muchos reflejos.

El tronco encefálico es la parte del cerebro que se conecta a la médula espinal y transmite mensajes desde el cerebro al resto del cuerpo. Controla nuestras funciones más básicas, como la respiración, y se cree que es la parte más antigua de nuestro cerebro. Contiene la médula y la protuberancia.

El cerebelo se encuentra en la parte posterior del cerebro. Es una pequeña porción del cerebro que se encuentra justo por encima y detrás del tallo cerebral, y es conocido por su papel en el control del motor. En latín, “cerebelo” se traduce como “pequeño cerebro”.

El cerebro es la parte más grande del cerebro y está compuesto por la corteza cerebral, que incluye dos hemisferios cerebrales (a veces denominados “cerebro derecho” y “cerebro izquierdo”) conectados por el cuerpo calloso. Cada hemisferio está dividido en cuatro lóbulos: el lóbulo frontal, el lóbulo parietal, el lóbulo occipital y el lóbulo temporal. También hay varias estructuras debajo de la corteza que se conoce como ganglios basales.

El movimiento, la memoria, el procesamiento sensorial y el lenguaje están controlados por el cerebro.

La materia gris se compone principalmente de cuerpos celulares (o “cabezas” neuronales) y es donde se forman las sinapsis.

La sustancia blanca está compuesta principalmente de “colas” de axones mielinizados o fibras nerviosas. Lleva señales a través del cerebro y la médula espinal.

Desarrollo del cerebro durante el embarazo

El desarrollo cerebral prenatal comienza a formarse a las dos semanas de haberse iniciado el embarazo, con la formación de la placa neural. La placa neural se curvará en el tubo neural, que se cerrará y dividirá en cuatro secciones distintas. A estos los llamamos prosencéfalo, mesencéfalo, rombencéfalo y médula espinal.

Son los predecesores del maravillosamente complejo sistema nervioso. Todo esto está terminado alrededor de la séptima semana de embarazo.

Con solo seis semanas, el nuevo ser empieza a moverse, y esto es solo el comienzo. Antes del comienzo del segundo trimestre, el bebé puede chupar, tragar, “respirar”, estirar e incluso chuparse el dedo.

Durante el embarazo se puede fomentar el desarrollo del cerebro y la inteligencia del niño a través, de hablarle, cantarle, contarle cuentos incluso a través de la comida variada que la mamá ingiera durante el embarazo todo esto representa un muy buen y poderoso estimulo para la inteligencia del bebé que desde que nacen serán muy útiles durante toda su vida, sus experiencias y desempeño en la vida cotidiana.

La última parte del cerebro del bebé que madura antes del nacimiento es la corteza cerebral, que es la parte del cerebro que controla las acciones voluntarias. Esta parte del cerebro aún estará relativamente subdesarrollada al nacer, pero madura rápidamente en los primeros años de la vida.

Etapas del desarrollo del cerebro de los niños desde el nacimiento hasta los 6 años

Cuando un niño nace próximo a las 40 semanas de embarazo, su cerebro se ha formado y crecido de forma importante. Sin embargo, aún hay mucho más por hacer. Al nacer, el bebé ya tiene casi todas las neuronas que necesitará para el resto de su vida, a pesar de que su cerebro es solo el 25% del tamaño de un cerebro adulto. La cabeza de los bebés presenta unos “puntos débiles”, llamados fontanelas. Estos puntos existen porque el cráneo del bebé no está completamente fusionado al nacer. Esto tiene el doble propósito de ayudar a que la cabeza se ajuste a través del canal de parto y para favorecer que el cerebro crezca rápidamente durante la primera infancia.

Con tan solo tres años, el cerebro del bebé tiene aproximadamente el 80% del tamaño de un cerebro adulto.

Al principio de la vida del bebé, comenzarán a formar sinapsis a un ritmo más rápido que en cualquier otro momento de la vida. En realidad, están produciendo muchas más de las que se necesitan, Esto es lo que permite a los niños pequeños aprender cosas más rápido que los adultos.

Cualquier persona con hijos sabe que los niños vienen con sus propias personalidades, pero el desarrollo del cerebro también puede estar muy influenciado por factores externos. Lo que sabemos acerca de la naturaleza versus la crianza es que los genes alimentan esta formación de sinapsis masiva, mientras que el ambiente ajusta el cerebro y lo ayuda a tomar decisiones sobre qué vías mantener y de cuales deshacerse. Cuanto más a menudo se utiliza una sinapsis, o cuanto más a menudo se practica o escucha una habilidad o idea, más fuerte se vuelve la sinapsis.

Esto significa que las cosas que se utilizan a menudo, como el lenguaje y la marcha, permanecen arraigadas en el cerebro de un niño, mientras que las cosas que se descuidan desaparecen. Este proceso también ocurre en el cerebro de un adulto, pero a un ritmo mucho más lento.

Debido a que el bebé crea y elimina rápidamente las sinapsis, este es un período crítico para aprender cosas. También significa que, sin práctica, ciertas habilidades desaparecerán. Si deseas crear habilidades duraderas en tu hijo (como un segundo idioma) es necesario que su exposición y práctica sea constante. Los cerebros “flexibles” de los niños brindan una oportunidad única para crear una base sólida sobre la cual construir por el resto de sus vidas.

¿Qué está creciendo en su cerebro?

En esa pequeña cabeza suceden muchas cosas.

Corteza visual

Al nacer, los bebés no pueden ver muy bien. La visión del bebé es borrosa y solo pueden reconocer algunos colores. Si bien no pueden ver mucho al principio, sí que reconocen los colores brillantes, los patrones con contrastes (por ejemplo, blanco/negro) y los rostros humanos.

Durante los primeros seis meses, las células de su cerebro se especializarán para formar la corteza visual, las neuronas se alargarán y los axones se mielinizarán. Pueden ver las cosas más claramente hacia los tres meses y a los seis meses, la rápida mejora les brinda la percepción de profundidad y el enfoque, ya pueden ver casi tan bien como un adulto.

Cerebelo

Durante el primer año del bebé, el cerebelo triplica su tamaño, lo que permite un rápido desarrollo de sus habilidades motoras. A lo largo de este año, los bebés progresan rápidamente de rodar por el suelo, gatear, rastrear. y luego dar sus primeros pasos. Se les debe permitir contar con un espacio y el tiempo para practicar sus nuevas habilidades.

Recuerda que en el primer año de vida de tu bebé es donde adquirirá la mayor parte de inteligencia emocional, lo que significa que en esta etapa sus lazos tendrán que ser fortalecidos, pues aprenderá de ti cada una de las repuestas que irá teniendo a lo largo de su desarrollo.

Mielinización

La mielinización de las células nerviosas permite una transferencia más rápida de las señales eléctricas, lo que significa que el cerebro del bebé puede recibir y transmitir mensajes más rápido y manejar múltiples señales de manera más efectiva.

La mielinización es incompleta en muchas partes del cerebro en el momento del nacimiento, pero se desarrolla rápidamente durante el primer año de la infancia. Esto explica por qué a los niños mayores les resulta más fácil procesar y reaccionar ante los estímulos que a los bebés pequeños, también es lo que puede determinar el tipo de actividades que resultan apropiadas para cada edad.

Debemos saber que hasta los 6 años de vida el cerebro del niño continuará en formación, hasta este momento el cuerpo y mente del niño actúan como una extensión de la madre por lo cual absorben como una esponja cada estímulo conocimiento, emociones, y comportamientos de a su alrededor pero todavía no son personas independientes con pensamiento propio o independencia emocional, tampoco tienen todavía la capacidad de crear ideas propias hacia las situaciones que los rodean esto vendrá en los siguientes años de vida con una mayor maduración de su desarrollo general y su cerebro.

Desde el nacimiento hasta los 6 años de edad el aprendizaje llegará a ellos a través de los 5 sentidos del tacto, la vista, el olfato, el gusto, y el oído por lo tanto lo que sea que queramos que aprendan a esta edad será aprendido con mayor eficacia con actividades y juegos que impliquen los 5 sentidos.

En esta etapa los juegos de este estilo son mucho mas eficaces que procedimientos lógicos que vendrán posteriormente en periodo escolar teniendo muy en cuenta que en esta etapa su cerebro y también la lógica están en pleno desarrollo por lo tanto el aprendizaje a ellos llegara con colores llamativos, movimientos aromas, sonidos y diferentes texturas para tocar y sentir.

A los 7 años de vida se completa la formación biológica del cerebro, el niño comienza a dar sus primeros pasos en el mundo como una persona independiente del cuerpo de su madre pero aún así todavía tienen que adquirir experiencias cotidianas para mas adelante ya para la pre adolescencia desarrollar su propio pensamiento y emociones propios con la posibilidad de que sean distintos a los de su entorno o de sus padres, crear su propia visión del mundo, sus experiencias y del entorno que lo rodea con la posibilidad de reflexionar al respecto.

Como crear un entorno enriquecido para el desarrollo del cerebro de los niños

Dado lo importante que es entorno para el desarrollo temprano del cerebro se pueden tener en cuenta unas consideraciones para promover un desarrollo cerebral óptimo a través del medio ambiente.

Interacción social

Los seres humanos somos criaturas sociales, por lo que no es sorprendente que el comportamiento social tenga un profundo efecto en nuestros cerebros y sea importante para el desarrollo infantil. Las actividades sociales en las que un niño participa activamente con sus padres u otros niños ayudan a fomentar el desarrollo saludable del cerebro y las habilidades sociales, y son una de las formas más efectivas en que los niños aprenden. Hablar con el bebé no solo alienta el crecimiento en la parte del cerebro encargada del lenguaje, sino que también le ayuda a aprender mejor a través de la creación y el fortalecimiento de las conexiones en el resto del cerebro.

Dieta

Aunque la relación del cerebro con los alimentos es compleja, está claro que una nutrición adecuada durante la primera infancia es una parte importante del desarrollo cerebral adecuado. Nuestros cerebros requieren cantidades inmensas de energía y nutrientes para desarrollarse y funcionar correctamente, y en ningún momento es más importante que durante el período de rápido desarrollo de la primera infancia. Una dieta diversa y saludable llena de proteínas, vitaminas y minerales ayuda a un mejor desarrollo del cerebro.

Actividad física

La actividad física también estimula el desarrollo cerebral del niño. La salud del cerebro está ligada a la salud del resto del cuerpo, y viceversa. Los estudios sugieren que el ejercicio en la primera infancia puede mejorar la función cognitiva Se debe animar al bebé a hacer ejercicio y tener oportunidad de moverse desde una edad temprana con actividades estimulantes variadas y también pasar tiempo boca abajo, lo que también le ayuda a desarrollar la fuerza muscular de la espalda y del cuello y a mejora el control de la cabeza.

Experiencias novedosas

Un entorno creativo donde los niños están expuestos a una variedad de nuevas ideas, objetos y experiencias les ayuda a desarrollar cerebros de bebés sanos y curiosos. Un ambiente más rico en experiencias es más destacado cuando los niños se exponen más temprano en la vida A las experiencias interactivas que son apropiadas para su edad estas actividades resultan ser efectivas y enriquecedoras.

El cuidado del ambiente físico, las caricias, las conversaciones, los juegos, el afecto y las canciones, son otros elementos presentes en la relación entre padres, educadores y niños desde el nacimiento. Las relaciones interpersonales son el eje central del desarrollo infantil, ya que los niños y niñas aprenden de los adultos habilidades emocionales, sociales, cognitivas y se adaptan al entorno. Cuanto mayor sea el conocimiento que el adulto tenga acerca del proceso de desarrollo cerebral infantil, más alta será la probabilidad de actuar favorablemente en la primera infancia del niño.

Evitar el estrés tóxico y desarrollar relaciones positivas

El estrés tóxico provoca la respuesta constante ante el estrés en un niño. El estrés es una parte natural de nuestra biología que nos permite responder rápidamente a los peligros potenciales, pero cuando se debe responder constantemente al estrés puede dañar la mente y el cuerpo. El estrés tóxico en la primera infancia se desencadena por factores como, la exposición a la violencia y el abandono y puede volverse realmente tóxico cuando el niño no tiene recursos y vínculos familiares fuertes y reconfortantes.

La importancia del desarrollo psicomotor temprano para cerebro y el aprendizaje

El desarrollo psicomotor de los niños juega un papel muy relevante en el progreso de las habilidades básicas de aprendizaje, desde la capacidad para mantener la atención, la coordinación visomotora o la orientación espacial. Siendo todos estos aspectos claves para el desarrollo de la lectura y la escritura.

En el desarrollo psicomotor conviene prestar atención a dos pasos fundamentales que facilitaran el posterior desarrollo del aprendizaje de los niños, estos son el arrastre y el gateo. La correcta realización de estos movimientos sienta las bases para la bipedestación (caminar) y estimulan diferentes aspectos básicos del aprendizaje posterior, entre los que cabe destacar:

La coordinación entre la mano y el ojo (muy importante en la escritura)

El desarrollo del cuerpo calloso (parte del cerebro que facilita la comunicación entre los dos hemisferios)

Aumentar el conocimiento del propio cuerpo (aspecto muy importante para el desarrollo de la orientación en el espacio, el cual juega un papel determinante en el aprendizaje de la lectura y la escritura)

  • Facilita el proceso de lateralización.
  • Estimula el ritmo y por tanto la orientación temporal.
  • Facilita el desarrollo de las habilidades visuales.

El desarrollo psicomotor es un eje fundamental en el aprendizaje de los niños durante la etapa preescolar, pues la mayoría de ellos utiliza sus movimientos para planear, organizar y experimentar el mundo a su manera.

Los beneficios de los juegos y actividades de estimulación cognitiva, y psicomotriz en los niños son:

  • Favorecen el desarrollo de la noción de espacio, tiempo y cantidad.
  • Colaboran a la independencia y la confianza en sí mismo.
  • Desarrollan el sentido del ritmo y la secuencia.
  • Estimulan la estructuración del esquema corporal.
  • Desarrollan seguridad y autonomía.
  • Favorecen el desarrollo de la actividad psicomotriz creadora.

 Estas actividades tienen como prioridad estimular experiencias de aprendizaje que pongan a los niños en situaciones de exploración, es decir, que los motiven a conocer y utilizar su cuerpo, así como expresar su personalidad en un contexto de libertad que despliegue todas sus capacidades mediante juegos, colores, sabores y actividades que pongan en combinación el tacto, el olfato, el gusto, la vista, y el oído.

Nada hay en el pensamiento que no haya pasado por los sentidos”, es una frase de Aristóteles que explica la importancia de enriquecer el pensamiento, por eso en la educación y en las clases de desarrollo psicomotor se vuelve fundamental.

  • Crear juegos y movimientos individuales o en grupos.
  • Realizar juegos psicomotores de equilibrio, esquema corporal, lateralidad, sensopercepción y ritmo.
  • Enseñar destrezas físicas como rodar, saltar, girar y balancearse.
  • Fomentar los juegos rítmicos, los cantos, las rondas y los bailes.
  • Realizar actividades plásticas, de teatro y de dibujo.
  • Llevar a cabo paseos y juegos al aire libre.

Estas actividades favorecerán mucho el desarrollo psicomotor y cognitivo de tu niño durante sus primeros años de vida y la primera infancia.

Tipos de juegos y estimulación adecuados para cada edad

  • Entre 0 a 2 años predominan los juegos de estimulación funcional o de ejercicios como antes fue mencionado desde el nacimiento hasta los 6 años de edad el aprendizaje llegará a ellos a través de los 5 sentidos del tacto, la vista, el olfato, el gusto, y el oído por lo tanto lo que sea que queramos que aprendan a esta edad será aprendido con mayor eficacia con actividades y juegos que impliquen los 5 sentidos. En esta etapa los juegos de este estilo son mucho mas eficaces que procedimientos lógicos que vendrán posteriormente en periodo escolar teniendo muy en cuenta que en esta etapa su cerebro y también la lógica están en pleno desarrollo por lo tanto el aprendizaje a ellos llegara con colores llamativos, movimientos aromas, sonidos y diferentes texturas para tocar y sentir.

Juegos de ejercicios con el propio cuerpo: donde se domina el espacio gracias a los movimientos (arrastrarse, gatear, caminar, etc.)

Juegos de ejercicios con objetos: donde se manipula y se explora sensorialmente las cualidades de los objetos (morder, lanzar, golpear, etc.)

juegos de ejercicio con personas: donde se favorece la interacción social (sonreír, tocar, esconderse, etc.)

  • De 2 a 6 años predomina el juego simbólico. El juego simbólico es particularmente importante pues se refiere a la capacidad del pequeño para imitar situaciones de la vida real y ponerse en la piel de otras personas. Se trata de una actividad en la que el niño pasa continuamente de lo real a lo imaginario. A través de este juego el niño representa, de forma simbólica, los roles y las situaciones del mundo que le rodea. Este juego implica “hacer como si” comiera, usando un palillo en vez de una cuchara o “hacer como si” fuera la madre o el doctor de su muñeca. Se trata de una actividad que le ayuda a ampliar su lenguaje, desarrollar la empatía y, sobre todo, consolidar sus representaciones mentales. También es una vía para que el niño canalice sus preocupaciones e incluso le permite encontrar soluciones a sus conflictos ya que recrea diferentes situaciones a través del juego.
  • De 6 a 12 años predomina el juego de reglas , como hemos visto, los juegos sensorio-motores comienzan desde los primeros meses y cómo a partir del segundo año hace su aparición el juego simbólico, será a partir de los cuatro años y hasta los seis, en un primer período, y de los seis a los once, en un segundo período más complejo, cuando se desarrollan los juegos de reglas. Y así como el símbolo reemplazó al ejercicio, cuando evoluciona el pensamiento preescolar y escolar, la regla reemplaza al símbolo. Estos juegos de reglas van a integrar y combinar todas las destrezas adquiridas: combinaciones sensorio-motoras (carreras, lanzamientos, etc.,) o intelectuales (ajedrez) con el añadido de la competitividad (sin la que la regla no sería de utilidad) y bajo la regularización de un código normativo vinculado a la naturaleza del propio juego o por simples pactos puntuales e improvisados.

Teniendo en cuenta todo esto podemos elegir las mejores maneras para desarrollar el cerebro, la motricidad fina, gruesa y el desarrollo psicomotor de nuestros niños respetando sus periodos de desarrollo con conciencia y naturalidad.

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